Los compradores en este principio del 2016 mantienen una actitud de prudencia y cautela frente a la situación de optimismo extremo que se vivía en la primera mitad del 2015.
Mientras que el año pasado el comprador tomaba decisiones de compra con confianza total en el futuro, y solo se veía en el futuro la consolidación de una recuperación en la demanda y una subida paulatina en los precios de las casas, hoy existen muchas dudas sobre si ese crecimiento en la inversión inmobiliaria va a continuar o no.
Las dudas en los compradores vienen motivadas por un lado por las turbulencias geopolíticas a nivel nacional, que generan una situación de prudencia en las decisiones de compra a la hora de negociar una casa. Sin embargo, por otro lado, las tensiones en los mercados financieros generan muchas veces en los compradores la intención de preferir refugiar sus inversiones en el “ladrillo”, provocando la decisión de “compra ahora” antes que “esperar". Esta situación provoca que hoy estemos viviendo un tiempo de equilibrio en las ventas, es decir, situación de crecimiento sostenido e inversión con cautela pero inversión al fin y al cabo.
Nosotros apostamos por un año 2016 con crecimiento en las ventas, auspiciada por el crecimiento de la economía, la facilidad crediticia y la liquidez existente en el mercado, pero con una demanda de vivienda racional y contenida que va a estabilizar los precios existentes.
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